Contemplar no es solo mirar
con atención,
sino escuchar en silencio lo
que me transmite
y dejar que traspase
lentamente
por el tamiz de mi corazón.
***
La primera vez que nacimos fue
tras la explosión de una supernova.
Millones de años más tarde
nacimos del seno de nuestra madre.
Y también nacemos cada día que
abandonamos la noche
y abrimos los ojos a un nuevo
amanecer.
***
Quizá no podamos solucionar el
sufrimiento,
ni siquiera entenderlo,
pero sí que podemos extender
el bálsamo
de nuestra presencia
consoladora, fraterna.
***
Decidió entregarse en los
brazos de la belleza.
Y ya no pudo sustraerse
a sus delicadas pinceladas,
a la seducción de sus versos,
a la pasión de sus sensuales
melodías.
***
Conviene que me vaya,
de lo contrario
no anhelarás el momento
de nuestro reencuentro.
***
Cuando lo ordinario se intenta
vivir
de forma extraordinaria,
todo se transforma y llega,
por sorpresa, la paz y la
alegría.
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