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martes, 28 de octubre de 2014

La estrella de tu cielo



La estrella de tu cielo.
El cielo de tu corazón.
Tu corazón habitado.

El círculo devastador de la rutina

Se cansó de esperar nuevas estrellas cada noche,
de sentir los gemidos que nacen desde muy adentro,
de abandonarse al estremecimiento y el anhelo,
de permitir que la pasión la arrebate y eleve,
de descubrir inexploradas veredas de perlas en la piel.
Quizá fuera el cansancio,
la ausencia de ternura
o la costumbre de la negativa.
El amor distante, herido.
Un leve beso insensible de despedida
pronuncia el habitual hasta mañana,
y la vuelta distante hacia su lado frío en la cama
cierra de nuevo el círculo devastador de la rutina.

Me está volando el viento

Me está volando el viento
cometas de las mil piruetas.
Aire que me alimenta
como la luz.
Que avanza cada vez
más alto, más alto.
Más adentro.

Tras los visillos de la ternura

Tras los visillos de la ternura
se velan las figuras que se abrazan,
no hay distinción, ni desavenencia,
únicamente la dulzura de las manos
que se despojan de vendas y temores
para abrirse a la brisa crepuscular
y al sutil atrevimiento de la transparencia.
Hoy recorren abrazados las orillas de su mar,
para buscar juntos el horizonte
en el que lo cotidiano sea la tierra fértil
donde se entrelace la sensatez y el juego,
la ternura y el sello de sus besos,
el trabajo por descifrar veredas y anhelos.
Cuando el cariño da alas a la pasión por la vida,
no hay lindes ni contornos,
no hay discriminación ni sexos,
no hay armarios ni desdenes ni desprecios.
Pues el Amor les une y bendice desde sus adentros,
sonríe confiado, decidido, burlesco,
hasta arrebatarles la mirada, el asombro y su desvelo.

Una explosión fue el origen

Una explosión fue el origen
del vacío cósmico tan denso de plenitud,
de todo lo que he sido, de quien seré.
La tenue línea del horizonte:
abismo sin fondo, palabra,
verso definitivo, esencial.
Mi nombre pronunciado
por su boca sin forma conocida,
por sus labios sin contorno,
en un idioma ignoto
para el desamor.

La clara luz de tu sonrisa

La clara luz de tu sonrisa,
el tenue roce de la brisa,
el destello tras el botón de tu camisa,
la noche que nos sorprende, que no avisa,
la mano que se demora sin prisa.