La doctora le recetó un
tratamiento de choque
para su depresión:
un abrazo de 30 segundos cada
cuatro horas.
Este bálsamo, le dijo,
no tiene contraindicaciones.
*
Hay instantes, detalles,
caricias fugaces,
que pasan por mi firmamento
oscuro,
pero que quedan impresas
en el universo de mis
recuerdos
como estrellas reveladoras,
luminosas.
*
Y se fue alejando envuelto
por la neblina de la
separación…
¿Cómo podré ahora hacerle
llegar mi cariño,
cómo decirle que le sigo
queriendo,
para que no se apodere de mí
el olvido?
*
Hoy, en el preciso instante en
el que vivo,
en que me muevo y me relaciono
con los demás;
este es mi lugar en el mundo.
*
Hay personas que, en
apariencia,
son normales, no sobresalen
ni intentan figurar.
Pero ilusionan e iluminan
su entorno cuando está más
sombrío
y las tormentas arrecian con
fuerza.
*
Hoy me he dado cuenta
que mi pasión es amor,
que el amor es apasionarse,
que mi pasión eres tú.
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