sufrimiento, exclusión y
xenofobia,
logra mantener la esperanza e
intenta
que se convierta en dignidad y
vida abundante,
posee una fe a toda prueba:
ya sea en el ser humano,
en otro mundo más sororal y
fraterno,
o en la Divinidad, el Misterio
de bondad
que todo lo permea y habita.
Y esto es lo que nos salva
de la más absurda inhumanidad.
*
El “sexto continente”,
internet,
ya es una realidad: la
realidad virtual.
No nos podemos desentender de
ella.
Pero sin que nos consiga
alejar
de la realidad más real:
la que llama al encuentro,
la que podemos tocar y sentir,
la que nos convoca y provoca,
la que nos puede transformar.
*
Muchas veces en nuestra vida,
más que comprender las
palabras,
deberíamos entender en
profundidad
los silencios.
*
En nuestro interior luchan dos
fuerzas:
una parte que destruye,
desune, rechaza,
y otra parte que construye,
acerca, acoge.
Nuestro reto consiste en
intentar
ser puentes que ayudan a
encontrarse
y no muros que separan y
distancian.
*
La palabra acertada se ha
alimentado antes
en el límpido lago del
silencio.
Que tu palabra sirva solo para
acompañar,
tanto en la alegría como en la
tristeza.
O para curar con ternura la
herida.
Y deja que ceda siempre el
paso a la escucha.
*
Para buscar y marchar
“tras los caminos que llevan
al mar del Misterio,
al Manantial del sentido de la
vida y del amor” (A. Potente),
a veces tendremos que caminar
solos.
En otras ocasiones tendremos
que acompañar a alguien.
E incluso, con humildad,
deberemos dejarnos
acompañar cuando perdamos la orientación.
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