Dulces compañeros (allá por 1978)
La alegría
en mis soledades y tristezas,
es la punta que provoca
pensamientos,
blancura de bondad que los recoge
y dureza que los sostiene.
Son compañeros del alma
-en sus silencios-
momentos de estancias
-en la esperanza-.
Son derramamientos
de corazón ensangrentado
por el roce constante
en rocas duras,
de olvidos y ausencias,
compañía de nubes,
vientos y heladas,
de hombres nacidos de tierra,
-duros miembros y tez serena-.
Son almas de mis dedos
-inanimados-
por el cansancio
que provocan las penas.
Dulces compañeros
del alma en su tristeza,
vengo a deciros
que sigáis dejándoos
guiar en los dedos de mis manos
llagadas por la tierra.
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